La expansión de acordes
Para enriquecer la armonía realizada con tríadas o cuatríadas y encontrar nuevas sonoridades hay varios caminos, como añadir nuevas notas que coloreen la sonoridad del acorde, o duplicar alguna/s de las Notas del acorde. También podemos jugar a omitir alguno/s de los componentes del acorde de base, de tal forma que el oyente puede intuir el acorde aunque no lo escuche en su totalidad.
A un acorde puede aplicársele una o varias de estas técnicas combinadas. Es posible llegar a un resultado parecido o similar a través de distintas técnicas.
Estas notas no pertenecen al acorde, y su función es “colorear” y enriquecer la sonoridad, ampliando la armonía a 4 o más voces.
Veamos algunos ejemplos:
En la técnica de la duplicación partimos de una tríada o cuatríada básica, y duplicamos uno o varios de sus componentes (o de sus Notas añadidas en caso de que las tenga). Si duplicamos un componente, en el caso de las tríadas nos sirve para crear una armonía a 4 voces de una manera simple, y en el caso de las cuatríadas para crear una armonía a 5 voces.
duplicación del componente «a» en tríada |
duplicación del componente «b» en cuatríada |
Cada una de las posibilidades de duplicación crea una sonoridad diferente, y puede añadir estabilidad o tensión al acorde. El orden de importancia de la duplicación en relación a la serie de armónicos comienza con el componente «a», después el «c», luego el «b» y por último el «d».
Las duplicaciones de componentes o Notas añadidas más lejanas del componente «a» o raíz del acorde añaden más tensión, y las más cercanas añaden más estabilidad.
Omitimos algún componente del acorde base, de tal forma que el oyente puede intuir el acorde aunque no lo escuche en su totalidad.
Veamos unos ejemplos sobre una cuatríada: