Los números
Si ponemos atención, podemos observar que la presencia de los números en nuestra vida cotidiana es constante: nos ayudan a organizar nuestra vida, y nos sirven para describir tanto la naturaleza, como el mundo artificial que construimos.
El lenguaje de los números es universal, ya que está presente en todas las culturas y todos lo entendemos. Lo mismo podríamos afirmar del lenguaje de la música, así que ambos son lenguas comunes entre las gentes del planeta: ¿te imaginas el potencial de unir ambos lenguajes?
La música es un fenómeno artístico que podemos describir a través de los números naturales y sus proporciones.
Además, los números no tienen ideología y no están ligados a una época o a un estilo concretos; son neutros en ese sentido, y podemos utilizarlos para cualquier pieza musical, independiente de su estilo o su época.
Si continuamos indagando, una de las características de la música es que es abstracta: no se puede coger ni ver. Para comprender las abstracciones es esencial la claridad, y es aquí donde los números realizan otra valiosa aportación al lenguaje de la música, al ser un instrumento de gran precisión y concreción, que es esencial para ofrecernos información detallada que describa la música.
Por otro lado, cuando utilizamos los números en la música descubrimos su gran flexibilidad, ya que nos sirven para gran cantidad de cosas: definir elementos y sus distancias, concebir ritmos con todas sus complejidades, definir alturas de sonidos, patrones o escalas, realizar operaciones aritméticas básicas …
Los números, además de medir el mundo físico y objetivo, y a pesar de que socialmente a veces se les ha tildado de “fríos o díficiles”, también se han utilizado como símbolos que representan distintos aspectos inmateriales del ser humano, como nuestra personalidad, o incluso podríamos jugar a relacionarlos con emociones… en este sentido el sistema NUZIC reivindica una mirada más humana hacia los números, proponiendo redescubrir su significado vinculándolos a la música, pues como decíamos al principio, los números están ya en la música; NUZIC únicamente los pone en “primera fila”.
EL NÚMERO CERO
El concepto y el uso del número 0, tal y como lo conocemos hoy, no existía a los comienzos de las matemáticas, apareciendo por primera vez en la cultura india en el siglo VI. Su utilización en Europa a partir del Renacimiento, trajo consigo grandes avances en el cálculo y el álgebra.
En la práctica musical se suele usar el número uno como primer número, pero en el sistema Nuzic comenzamos a partir del 0. Este número representa el principio de la música, su punto de partida. También representa la referencia para definir una numeración, indicando el principio de cada ciclo y el final del anterior. Además permite y amplía las posibilidades para realizar operaciones.